El arte del Feng Shui, originario de China, es una práctica para armonizar los espacios y mejorar la energía en cualquier espacio físico. Esta filosofía se centra en la creación de ambientes equilibrados que fomenten la armonía, paz y el bienestar.
El Feng Shui se basa en la idea que el “chi” (flujo de energía) tiene un impacto en la salud y la felicidad de quienes se encuentran en el espacio. Cuando se aplican los principios, es posible optimizar la distribución de la energía, haciendo que esto tenga efectos positivos en el bienestar de las personas.
También se logra un equilibrio perfecto entre los cinco elementos básicos: agua, madera, fuego, tierra y metal. En el spa se pueden incorporar estos cinco elementos mediante la combinación de estructuras de metal, peces, plantas, flores, velas y música.
La iluminación es un elemento importante, porque entre más iluminada se encuentre nuestra entrada al spa, llamará más la atención. El elemento metal se puede incluir con esculturas o incluso con colores metálicos en ornamentos del lugar. El efecto brillante en el lugar indicado, llamará la atención del cliente, a su vez que estimula su buen humor y les incita a experimentar las diferentes terapias que se ofrezcan.
El elemento fuego se incorpora en velas y en colores que representen el mismo. Con esto se genera el despertar de las ideas y la sabiduría.
Si las instalaciones lo permiten, se puede dedicar cada habitación a cada elemento.
Podemos lograr la circulación armoniosa de la energía vital cuando evitamos la congestión y los espacios estancados. Ubicar los espejos de forma estratégica para que reflejen la luz o tener cortinas que se mecen con el viento, son algunos detalles que contribuyen a mantener el flujo de energía equilibrado y armonioso.
Es importante recordar que el Feng Shui es un arte en constante evolución, por lo que es importante tener ajustes periódicos en el espacio, en los elementos y la decoración para mantener la energía circulando.
Si realizamos cambios en la disposición del mobiliario, la iluminación o los elementos decorativos, puede revitalizar la energía estancada. También tenemos que destacar que mantener el espacio limpio, ordenado y despejado es esencial para permitir que el “chi” siga fluyendo.
El equilibrio y la armonía en nuestros espacios son más relevantes que nunca en la actualidad, ya que buscamos crear entornos que promuevan la calma y el bienestar en medio de un mundo cada vez más agitado y estresante.
